Mesoterapia Filorga: la historia de una piel que volvió a brillar
Sofía tenía un ritual: todas las noches, frente al espejo, abría frascos de cremas importadas que prometían juventud eterna.
Los envases eran perfectos, los precios altos… pero su piel seguía igual: opaca, cansada, sin ese brillo que la hacía sentirse segura.
Un día, mientras me contaba su frustración, le dije:
“Quizás el problema no está en lo que te ponés… sino en dónde llega.”
El secreto que no está en las góndolas
Las cremas de lujo son como lluvia suave: refrescan la superficie, pero no penetran hasta donde se regeneran las fibras de colágeno.
La mesoterapia Filorga actúa distinto: microinyecciones que llevan ácido hialurónico, vitaminas y antioxidantes directamente a la dermis, donde la piel “decide” si se rejuvenece.
El cambio que nadie esperaba
A la segunda sesión, sus amigas empezaron a preguntar:
“¿Te fuiste de vacaciones?”
“¿Dormiste diez horas seguidas?”
No sabían que la respuesta era otra: su piel estaba hidratada desde adentro, más lisa, más luminosa, como si hubiera recuperado años en semanas.
No es magia… pero se siente así
La mesoterapia Filorga no transforma tus rasgos ni congela expresiones: realza lo que ya tenés, devolviéndole a tu piel el aspecto que creías perdido.
📍 Consultorio en Belgrano, a minutos de Palermo, Colegiales y Núñez.
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